Reseña: El Duque y yo

¡Hola cazadores!

¿Qué tal os va? Yo se supone que debería estar preparando la maleta para mañana porque me voy a ir con una amiga, pero sinceramente eso es lo último que me apetece ahora mismo y llevo toda la tarde buscando 'excusas' para no ponerme a ello porque no sé ni por dónde empezar, así que al final he decidido que es mejor idea escribir una reseña para cuando no esté.
¿No os parece que tengo razón? Pues vamos allá, porque hoy le toca el turno a una de esas novelas rosas de romántica histórica que me pierden, como creo que ya os he dicho alguna vez.


EL DUQUE Y YO DE JULIA QUINN
PÁGINAS: 320· 
SAGA: Bridgerton 1/8.
PRECIO: 13'50€·
Todos parecían divertirse en aquel baile que reunía a lo más selecto de la sociedad londinense. Todos, excepto ellos dos. Daphne, una hermosa joven agobiada por su madre, y Simon, el huraño nuevo duque de Hastings, tenían el mismo problema: la continua presión para que encontraran pareja. Al conocerse, se les ocurrió el plan perfecto: fingir un compromiso que los liberara de más agobios. Pero no sería sencillo, ya que el hermano de Daphne, amigo de Simon, no es fácil de engañar, ni tampoco lo son las avezadas damas de la alta sociedad. 
Daphne no tiene un momento de respiro. La culpa es de su madre, a la que adora, pero que está obsesionada con encontrarle un marido cuanto antes. Lo peor del caso es que los hombres razonablemente deseables no están interesados, y los que sí lo están son unos incansables pesados de los que tiene que librarse... incluso a golpes. Por eso acepta encantada la idea del duque de Hastings de fingir un noviazgo que ahuyente a los pretendientes. Aunque quizá también tenga algo que ver el hecho de que el joven duque comienza a resultarle cada vez más seductor. 
Marcado por una infancia llena de soledad y resentimiento, Simon Basset, el nuevo duque de Hastings, no quiere saber nada de la vida social de Londres ni, desde luego, de los intentos de las elegantes damas de "cazarlo" como marido para sus hijas. Cuando conoce a Daphne, cree haber encontrado el plan perfecto: un compromiso ficiticio que mantenga alejadas a las pretendientes que lo agobian. Y cuando la atracción fingida comienza a convertirse en algo demasiado real, Simon deberá enfrentarse a los fantasmas del pasado que le impiden disfrutar la felicidad que el destino pone al alcance de su mano.

 Opinión personal

Ya os dije antes que yo soy algo así como una adicta a estas historias que se ambientan en una Inglaterra de regencia llena de duques, marqueses y condes y en las que el vividor (previamente reformado, por supuesto) siempre se queda con la dama. El problema del género es que está lleno de historias muy similares y con clichés no siempre bien llevados. Es un poco parte de su encanto, pero llegó  un punto en el que yo ya estaba cansada y pasé casi un año sin leer novelas de este tipo. Sin embargo, Julia Quinn hizo que redescubriera mi amor por la romántica histórica con su saga de los Bridgerton y en concreto con este libro, que se ha convertido en uno de mis favoritos del género.

Daphne Bridgerton es la cuarta de ocho hermanos que tienen la peculiaridad de haber sido bautizados por orden alfabético, y pese a que al comienzo de la novela hace ya dos años que fue presentada en sociedad, aún no ha encontrado marido, lo que significa que está a punto de convertirse en una solterona (algo de lo que, por cierto, su madre está 'aterrorizada'). ¿Por qué? No es falta de atractivo, inteligencia, conexiones o fortuna, es que los hombres simplemente la ven como una amiga, una confidente, no una posible conquista. Y probablemente sus tres hermanos mayores y muy sobreprotectores tampoco sean de mucha ayuda a la hora de atraer hombres a su puerta...

Por otro lado tenemos a Simon Basset, que, por su complicada relación con su padre ha pasado años viajando por el continente y solo ha vuelto a Inglaterra a la muerte de este, cuando ha heredado el título de duque de Hastings. Le precede una terrible reputación de vividor que no lo hace precisamente el yerno ideal para las matronas de Londres pero, al fin y al cabo, es un duque y, ¿qué no se le perdona a un duque? Así que viene teniendo el problema opuesto al de Daphne: lo acosan las casamenteras. Y, por supuesto, él no quiere saber nada de ellas.


"-Permíteme que te diga una cosa. aunque no quieras ir a los bailes de la alta sociedad, ellas vendrán a ti. (...) Las madres, imbécil. Esos dragones que sacan fuego por la nariz con hijas, Dios nos asista, casaderas. Puedes correr, pero no podrás esconderte. Y, debo avisarte, la mía es la peor de todas." 

Cuando ambos se conocen (de un modo bastante curioso y divertido, por cierto) encuentran de pronto la solución a sus problemas, y eso que son muy diferentes: fingir un compromiso. Así él se libra de que lo acosen para llevarlo al altar porque oficialmente ya está 'cogido', y ella tendrá más pretendientes porque, cuando los demás solteros vean que el duque se interesó en ella, pensarán que 'algo tiene que tener' y empezarán a arremolinarse a su alrededor... momento que Daphne debe aprovechar para conquistarlos y luego elegir, claro. (Es un razonamiento que parece estúpido, pero en serio esto a veces va así en la vida real...). Al final de la temporada, cuando la cosa ya no se pueda dilatar más, el compromiso se rompe y ¡listo! Todo ventajas, cero complicaciones.

¿El problema? Que las cosas no son tan fáciles, claro. Porque a ver, ¿desde cuándo fingir sentimientos es buena idea y no tiene consecuencias? Eso o acaba muy bien o muy mal. O ambas, según se mire. Por no hablar de que son los únicos implicados, claro. Violet, la madre de Daphne, no es que sea una casamentera cualquiera es que es La Casamentera. Así, con mayúsculas. Y no piensa dejar que a su hija mayor se le pase la oportunidad de oro de ser duquesa y encima casada con un hombre encantador, por mucho que le preceda su reputación.


"Los vividores reformados son los mejores maridos."

Por otro lado podríamos meter a los tres Bridgerton mayores que, como ya he dicho, son bastante sobreprotectores. Pero especialmente me quedo con Anthony, el mayor de todos, además íntimo amigo de Simon. Vamos, que  el 'salseo' está servido, porque no es un vividor cualquiera el que quiere acercarse a su adorada hermanita, es un amigo suyo. Y todo el mundo sabe que las hermanas de tus amigos son sagradas: no se tocan. A lo largo de la novela se lanzan unas cuantas pullitas y os prometo que es muy divertido leerlos juntos.

La trama, ligera y sin pretensiones, engancha mucho. Muchísimo. Yo empecé el libro una noche (de hecho, me quedé leyendo hasta las tantas aunque al día siguiente madrugaba) y no me duró más de veinticuatro horas. Fueron intensas, eso sí, porque reí, me emocioné y, a ratos también, sufrí. Es una de esas historias que hace que te lata un poco más deprisa el corazón y en las que nunca es buen momento para dejar el libro. Además, tiene algo distinto: la novela no se acaba simplemente con los protagonistas enamorados y juntos, como suele suceder en el género, sino que va más allá y habla de los problemas que tienen que afrontar ya como pareja. Particularmente, me resulta muy interesante (y tierno) ver cómo aprenden a adaptarse el uno al otro y Daphne le ayuda a superar su pasado y le hace ver cómo es una familia que se quiere. Resulta precioso.

Los personajes de Julia Quinn son de lo mejor: el vividor se queda un poco dentro de los estereotipos, pero de ningún modo podemos decir que Daphne sea una damisela en apuros más. Tiene un sentido del humor muy genial y, como ella misma dice, tener tres hermanos mayores 'le ha enseñado unas cuantas cosas sobre los hombres' (entre ellas a defenderse para sobrevivir). Pero al mismo tiempo también tiene un lado inocente y bueno, es un encanto.

En cuanto a los secundarios, todo mi amor es para Violet, la madre casamentera y encantadora que en algún punto me ha recordado a la mía propia, Anthony, mi Bridgerton preferido, que mezcla la faceta de vividor con la de hermano responsable y cuqui, y Colin, más divertido imposible y cuya relación con Daff es super entrañable.

¡Me quedo sin tiempo para deciros más! Así que en resumen, El Duque y yo es una de mis novelas románticas preferidas, con una trama adictiva y que me gusta porque aún siendo la típica de este tipo de libros encuentra la manera de innovar mostrando como Simon y Daphne tienen que seguir superando pruebas después del matrimonio, porque el amor no siempre es fácil y a veces nuestro pasado nos persigue. Es un imprescindible para todos los amantes del género.

PUNTUACIÓN: 4'5/5

¡Espero que os haya gustado la reseña y leeros por los comentarios!
Un beso,

Ángela


4 comentarios:

  1. Me encanta Julia Quinn, es una de mis autoras preferidas
    en cuanto a este libro concreto.. es precioso
    y la saga te encantará
    un beesito

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    1. Desde luego que si el resto de libros son la mitad de buenos que este, los voy a adorar ^^
      Gracias por comentar, un beso

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  2. Me llama mucho que sea uno de esos libros que consigan acelerar el corazón. Que te enamoren y te hagan sufrir y que no puedas parar de leer... Ahora mismo no voy a empezar ninguna serie de libros por falta de tiempo y muchas sin acabar. Pero cuando me ponga al día no descarto darle una oportunidad ^-^

    ¡SE MUUUY FELIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIZ 😊😊💖!

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    1. :D Me alegra que mi reseña te haya dado ganas de leerlo, porque de verdad que a mí me ha enamorado muchísimo.
      ¡Un besazo y gracias por tu comentario!

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